Los
territorios que nos quedan por descubrir están limitados por murallas
imaginarias que nuestra propia mente nos impone, hay que romper con los miedos,
dejar atrás esos que dirán y los que podrán pensar. Sentirte a gusto contigo
mismo no depende de una critica, ni de opiniones ajenas. Solo
quienes son
capaces de cruzar ese umbral, se hacen fuertes ante la adversidad de la
realidad. Vivimos en una selva dominada por la opresión social, donde solo nos
dan ápices de libertad controlada y sinceramente si algo esta controlado, no se
si se le puede llamar libertad.
Hablar
de sueños, objetivos y proyectos es fácil, pero adentrarte en ellos y seguir su camino laberíntico hacia la meta
final nos asusta, hay miles de miedos por el medio que muchas veces nos hacen
perdernos y quedarnos atrapados en un "que podría haber sido si". Hay
que dejarse guiar por el subconsciente que no entiende de limitaciones, solo
sabe de acciones, sueños e ilusiones.
El uso de la palabra para expresar un
sentimiento, se entrevera con la expresión muda de nuestro lenguaje corporal,
que callado dice hasta cincuenta y cinco veces mas que lo que tú voz te deja
declarar. Si quieres llorar, hazlo, si sientes que tienes que reír,
adelante, si llega el momento de amar,
ama. No reprimas nada, porque el no expresar hace que los muros crezcan cada
día mas.
Buscando
la felicidad, encontré otro ser que habitaba en mi.
Buscando
mi destino, halle otro yo que no quería seguir por ese camino.
Buscando
el amor, sentí que él solo llegaría a mi.
Buscando
la felicidad, choque con la tristeza.
Buscando
progresar, caí en un pozo sin final.
Buscando;
no me encontré, no me hallé, no fui feliz y me ahogué, así que decidí no buscar
y empezar a disfrutar del viaje hacia los territorios que me quedan por hallar.
Porque cada momento es especial y jamás se volverá a repetir.